La carne de conejo es una carne blanca, jugosa, sabrosa, rica en proteínas y con la que podemos preparar muchas recetas. Incluso cocinarlo de muchas maneras, al horno, asado, guisado, con paella, con caracoles, al ajillo, adobado y frito, y lo más interesante es que es una carne económica.
Es una carne ideal y recomendada para complementar la dieta de niños, adolescentes, adultos y personas mayores. La receta que facilitamos a continuación es muy sencilla de preparar y se cocina en el horno. Lo único que debemos tener en cuenta, es que el conejo tenemos que macerarlo 12 horas antes del cocinado.
Ingredientes
- Un conejo limpio y en trozos
- 2 chalotas
- 500 g de patatas
- Tomillo fresco
- Una cucharadita de tomillo seco
- Laurel picado, media cucharada sopera
- 200 ml de vino blanco
- 60 ml de aceite de oliva virgen extra
- Una pizca de pimienta negra molida
- Sal
- Mantequilla sin sal
Elaboración
Comenzamos haciendo un macerado con las hierbas aromáticas el aceite, el vino, la chalota sin piel y troceada, salpimentamos y removemos. Ponemos el conejo dentro y lo dejamos macerando unas 12 horas.
Engrasamos la bandeja del horno y ponemos el conejo dentro. Quitamos la piel a las patatas, las lavamos, las cortamos por la mitad y a cada mitad le hacemos 3 cortes.
Untamos las patatas con la mantequilla y salpimentamos todo. Ponemos en cada patata una ramita de tomillo fresco.
Introducimos la bandeja en el horno y cocinamos el conejo y las patatas durante 40 o 50 minutos, hasta que las patatas estén tiernas, de cuando en cuando echamos por encima el jugo que va soltando el guiso.
Cuando llevemos la mitad del tiempo de cocinado, le damos vuelta al conejo para que se dore bien. Extraemos la bandeja del horno y ponemos el conejo y las patatas en una fuente para llevarlo a la mesa y ya lo tenemos listo para su degustación.
¡Buen provecho!