El merengue es considerado un postre ligero que tradicionalmente puede comerse sólo o bien utilizarlo sobre postres y dulces, habitualmente sobre tartas, bizcochos y pasteles.
Se hace con clara de huevo batida y azúcar (preferiblemente azúcar glas), y si se preparan siguiendo los pasos de la manera clásica pueden ser merengues blandos, mientras que si se cocinan el merengue será duro; es decir, cocinándolos de tal forma que mientras que el exterior está crujiente y seco, el interior será húmedo y cremoso.
Lo cierto es que tanto el merengue duro como el blando deben ser cocinados, pero tanto de la duración del horneado como la temperatura dependerá que se tornen duros o blandos:
Tiempo de horneado para merengues blandos: 1 hora a 170 ºC.
Tiempo de horneado para merengues duros: 15 minutos a 210 ºC.
¿Para qué sirve el merengue?
El merengue puede ser consumido como postre individual, encontrándonos con un postre que tradicionalmente recibe el nombre de suspiros o merengues, muy propios en la cocina española (en Canarias o Galicia por ejemplo son muy comunes).
También puede ser utilizado como decoración para diferentes dulces, al aportar una apariencia deliciosa y diferente, y brindar un sabor distinto. ¿Cuáles son los dulces más típicos en este sentido? Destacan sobretodo los pasteles y tartas, determinados bizcochos y también magdalenas (la tradicional tarta de limón y merengue es un buen ejemplo?.