Los polvorones y los mantecados son dos de los dulces más populares y consumidos en las fiestas navideñas en España. Aunque a simple vista puedan parecer muy similares, lo cierto es que tienen algunas diferencias en su composición, su forma, su textura y su sabor. Además, su origen y su evolución también son distintos y están relacionados con la historia y la cultura gastronómica de nuestro país. Pero, ¿cómo se diferencian y cuáles son sus orígenes y variedades más destacadas?
¿Qué son los polvorones y los mantecados?
Los polvorones y los mantecados son unos dulces elaborados con harina de trigo, azúcar y manteca de cerdo, a los que se les pueden añadir otros ingredientes como almendras, canela, limón, chocolate, coco, etc. Se hornean en moldes de papel y se envuelven en papel de seda o celofán. Se suelen presentar en bandejas surtidas junto con otros dulces navideños como turrones, mazapanes, roscones, etc.
La principal diferencia entre los polvorones y los mantecados es que los primeros llevan menos cantidad de manteca de cerdo y más cantidad de almendra tostada, lo que les da una textura más seca y que se deshace en polvo al comerlos. Los segundos llevan más cantidad de manteca de cerdo y menos o ninguna almendra, lo que les da una textura más compacta y que se desmenuza al morderlos. Además, los polvorones se hornean durante menos tiempo que los mantecados, lo que les da un aspecto más claro y un sabor más suave.
Otra diferencia es la forma y el tamaño de estos dulces. Los polvorones suelen tener una forma ovalada y ser más grandes que los mantecados, que suelen tener una forma redonda y ser más pequeños. También hay diferencias en el tipo de azúcar que se utiliza: los polvorones llevan azúcar en polvo, mientras que los mantecados llevan azúcar en grano. Por último, los polvorones suelen llevar un toque de limón o de canela, mientras que los mantecados pueden tener otros sabores como chocolate, coco, vainilla, etc.
¿Cuál es el origen de los polvorones y los mantecados?
El origen de los polvorones y los mantecados no está del todo claro y existen varias teorías al respecto. Lo que sí se sabe es que ambos dulces se originaron en el sur de España, en las provincias de Sevilla y Málaga, donde se producía una gran cantidad de harina de trigo y de manteca de cerdo. Algunas fuentes apuntan a que los mantecados son más antiguos que los polvorones y que se remontan al siglo XVI, cuando se empezaron a elaborar unos bollos amasados con manteca de cerdo y harina de trigo, que se cocían en el horno y que se conservaban durante mucho tiempo. Estos bollos se llamaban mantecates o manteghate y se cree que tienen su origen en la cocina hispanomusulmana, que utilizaba la harina de trigo tostado, la miel, el aceite y las especias para hacer dulces.
Los polvorones, en cambio, se cree que son una variación de los mantecados que se creó a finales del siglo XIX o principios del XX, cuando se empezó a añadir almendra tostada y molida a la masa, lo que le dio una textura más fina y que se deshacía al comerlo. El nombre de polvorón viene de la palabra pólvora, que hace referencia a las partículas a las que se reduce una cosa sólida. Los polvorones se popularizaron gracias a la industria pastelera de Estepa, que los empezó a comercializar y a distribuir por toda España.
¿Qué variedades de polvorones y mantecados existen?
Los polvorones y los mantecados son unos dulces muy versátiles que admiten muchas variaciones y sabores. Algunas de las variedades más conocidas y apreciadas son las siguientes:
- Polvorones de almendra: son los más clásicos y los que llevan más cantidad de almendra tostada y molida. Tienen un sabor intenso y una textura muy fina.
- Polvorones de canela: son los que llevan un toque de canela en polvo, que les da un aroma y un sabor especiado. Suelen ser los favoritos de los niños.
- Polvorones de limón: son los que llevan ralladura de limón, que les da un sabor fresco y cítrico. Son ideales para acompañar el café o el té.
- Polvorones de chocolate: son los que llevan cacao en polvo o chocolate fundido, que les da un color oscuro y un sabor dulce y cremoso. Son perfectos para los amantes del chocolate.
- Mantecados de almendra: son los que llevan almendra cruda y molida, que les da una textura más gruesa y un sabor más suave que los polvorones de almendra.
- Mantecados de coco: son los que llevan coco rallado, que les da un sabor tropical y exótico. Son muy aromáticos y jugosos.
- Mantecados de vainilla: son los que llevan esencia de vainilla, que les da un sabor delicado y dulce. Son muy suaves y ligeros.
- Mantecados de chocolate: son los que llevan cacao en polvo o chocolate fundido, que les da un color oscuro y un sabor dulce y cremoso. Son similares a los polvorones de chocolate, pero con una textura más compacta.
¿Cómo se conservan y se consumen los polvorones y los mantecados?
Los polvorones y los mantecados son unos dulces que se pueden conservar durante mucho tiempo, siempre que se guarden en un lugar fresco, seco y alejado de la luz. Se recomienda envolverlos individualmente en papel de seda o celofán y guardarlos en una caja metálica o de madera. De esta forma, se mantienen tiernos y sabrosos durante meses.
Los polvorones y los mantecados se pueden consumir en cualquier momento del día, pero son especialmente típicos en las fiestas navideñas, donde se suelen servir al final de las comidas o cenas, junto con otros dulces como turrones, mazapanes, roscones, etc. También se pueden tomar como merienda o como tentempié, acompañados de una bebida caliente como café, té, chocolate o leche. Para disfrutar de su sabor y su textura, se recomienda sacarlos del envoltorio y presionarlos ligeramente con las manos, para que se rompan en trozos pequeños y se deshagan en la boca.
No hay duda, polvorones y los mantecados son unos dulces tradicionales de la gastronomía española, que se elaboran con harina de trigo, azúcar y manteca de cerdo, y que se pueden encontrar en diferentes sabores y variedades. Aunque se parecen mucho, tienen algunas diferencias en su composición, su forma, su textura y su sabor, que los hacen únicos y deliciosos. Su origen se remonta al siglo XVI y al siglo XIX, respectivamente, y están vinculados con la historia y la cultura de Andalucía. Son unos dulces que se pueden conservar durante mucho tiempo y que se consumen sobre todo en las fiestas navideñas, como postre o como merienda. Son unos dulces que forman parte de nuestra identidad y de nuestra tradición, y que nos hacen disfrutar de momentos dulces y felices.
