Los buñuelos de bacalao son una de las delicias más populares de la cocina española. Con una masa ligera y esponjosa, y un relleno sabroso de bacalao desmigado, son perfectos para disfrutar en cualquier momento del día. Sin embargo, para que los buñuelos de bacalao queden perfectos, es necesario seguir ciertos pasos para lograr la máxima crujiente y jugosidad en cada bocado.
En primer lugar, es importante elegir el bacalao adecuado para esta receta. Se recomienda utilizar bacalao salado, ya que tiene un sabor más intenso y una textura más firme que el bacalao fresco. Es fundamental desalar bien el bacalao antes de comenzar a preparar los buñuelos, para que no quede demasiado salado y afecte el sabor del plato.
Para desalar el bacalao, es necesario remojarlo en agua fría durante al menos 24 horas, cambiando el agua varias veces durante este tiempo. Una vez desalado, es importante desmigar bien el bacalao y retirar todas las espinas y pieles, para que la mezcla quede suave y homogénea.
El siguiente paso es preparar la masa de los buñuelos. Para ello, es necesario mezclar la harina con el agua y la levadura, y añadir el bacalao desmigado, la cebolla picada y el perejil fresco. Es importante mezclar todos los ingredientes con cuidado, para que la masa quede suave y sin grumos.
Una vez que la masa está lista, es hora de freír los buñuelos. Para conseguir la máxima crujiente y jugosidad, es fundamental utilizar aceite de oliva caliente y limpio. Se recomienda utilizar una sartén profunda para freír los buñuelos, y llenarla con suficiente aceite para que los buñuelos floten libremente y no se peguen entre sí.
Es importante no sobrecargar la sartén con demasiados buñuelos a la vez, ya que esto puede bajar la temperatura del aceite y hacer que los buñuelos queden grasientos y pesados. Lo ideal es freírlos en pequeñas cantidades, dándoles la vuelta varias veces durante la cocción para que se doren por igual por todos lados.
Para que la masa quede suave
Un truco para conseguir unos buñuelos de bacalao aún más crujientes es añadir una pizca de bicarbonato de sodio a la masa. El bicarbonato de sodio ayuda a que la masa se expanda y se vuelva más esponjosa, lo que resulta en unos buñuelos más ligeros y crujientes.
Otro truco para conseguir unos buñuelos de bacalao jugosos es añadir un poco de leche o nata líquida a la masa. La leche o la nata aportan humedad y cremosidad a la masa, lo que ayuda a que los buñuelos queden más jugosos por dentro. Es importante no añadir demasiada leche o nata, ya que esto puede hacer que la masa quede demasiado líquida y difícil de manejar.
La importancia de retirar el aceite excesivo
Una vez que los buñuelos están fritos, es importante retirarlos del aceite y dejarlos escurrir sobre papel de cocina para eliminar el exceso de aceite. También es importante servirlos calientes, para que conserven su crujiente y jugosidad.
Los buñuelos de bacalao son un plato muy versátil, que se puede servir como aperitivo, entrante o plato principal. Se pueden acompañar con una salsa alioli o una salsa de tomate casera, o simplemente disfrutarlos solos con una pizca de sal y un chorrito de limón.
En definitiva, para conseguir los buñuelos de bacalao más crujientes y jugosos, es fundamental seguir una serie de pasos y trucos. Desde elegir el bacalao adecuado y desalarlo bien, hasta utilizar aceite de oliva caliente y limpio y añadir bicarbonato de sodio o leche a la masa, cada detalle cuenta a la hora de conseguir el resultado deseado.
Con un poco de práctica y paciencia, cualquier cocinero puede convertirse en un experto en la preparación de buñuelos de bacalao. Ya sea para una cena con amigos, una celebración familiar o simplemente para disfrutar de un capricho culinario, los buñuelos de bacalao son una opción deliciosa y tradicional que nunca defrauda.