
Ingredientes
- 3 cebollas moradas
- Mantequilla
- Aceite de oliva
- 1 ramita de tomillo
- 3 cucharadas de azúcar
- 1/4 de vasito de vino tinto
- 2 cucharadas de agua
- Pimienta negra molida
- Sal
Preparación
Pela las cebollas moradas, retirando su parte superior. Luego córtalas en juliana. Pon un poco de mantequilla y otro poco de aceite de oliva en una sartén al fuego y rehoga las cebollas, removiendo a menudo, a fuego medio.
Cuando observes que las cebollas se menguan un poco y se vuelven transparente es el momento de agregar el azúcar, la ramita de tomillo y el vino. Salpimenta al gusto y deja que las cebollas se caramelicen a fuego lento durante algunos minutos.
Estarán listas cuando observes que se haya empezado a formar un caramelo ligero, y la cebolla adquiere la tonalidad típica caramelizada. Una vez estén así, añade un poco de sal (lo que te ayudará a realzar el sabor de la cebolla), y retira del fuego.
¿Con qué podemos acompañar la cebolla caramelizada?
Si alguna vez has probado la cebolla caramelizada es bastante probable que su sabor dulce te haya cautivado, tanto como a nosotros. Por su sabor ligeramente dulce y su peculiar textura, es cierto que se combina a la perfección con platos más bien salados.
Por ejemplo, queda muy bien añadiendo un poco de cebolla caramelizada por encima de una tosta de pan con queso brie o azul, ideal y magnífico para el desayuno o la cena. No obstante, también es ideal para platos con carne (en hamburguesas el resultado es aún más delicioso).