Si te gusta el cordero y los platos con toque dulce esta receta sin lugar a duda te gustará.
A nosotros nos gusta más el cordero lechal, tiene un sabor más suave y es más tierno.
En caso de no gustar el cordero podemos elaborar esta misma receta con otras carnes como el pollo, el pavo, queda muy rica también.
Es muy sencilla de preparar, te indicamos como hacerla y esperamos que les guste.
Esta receta se elabora en el recipiente llamado tayín, aunque sí no disponemos de este recipiente podemos hacerla en una cazuela de barro.
Ingredientes
- 2 k de pierna de cordero lechal (sin hueso)
- 3 dientes de ajo sin piel y picaditos
- 2 cebollas troceaditas
- 150 g de almendras laminadas
- 120 g de ciruelas pasas
- 120 g de orejones (albaricoque o melocotón)
- 120 g de higos secos
- 50 g de mantequilla sin sal
- 100 ml de aceite de oliva
- Un litro de agua (para la infusión de azafrán)
- 50 ml de agua (para añadir al guiso)
- Especias
- Una cucharadita de canela en polvo
- Una cucharilla de cúrcuma
- 4 palitos de canela
- Una cucharilla de pimienta blanca molida
- Azafrán
- Una cucharadita de sal
Elaboración
Comenzamos elaborando una infusión de azafrán con la que cocinaremos el cordero.
Para preparar la infusión necesitaremos un litro de agua, 25 mg de azafrán, ponemos al fuego y hacemos la infusión, una vez hecha la reservamos.
Cortamos la carne de cordero en trozos de unos 100 gramos.
La carne de cordero la restregamos con las siguientes especias: canela en polvo, pimienta blanca molida, cúrcuma, un poco de sal.
En una cazuela de barro ponemos la infusión de azafrán, la carne de cordero, las cebollas picaditas, los ajos también, el aceite de oliva, la mantequilla y 50 ml de agua, ponemos a cocinar.
Tapamos la cazuela de barro y cocinamos con fuego moderado durante una hora.
Cuando lleve media hora de cocinado con ayuda de un cucharón sacamos dos medidas de cucharon del caldo del guiso y ponemos a remojar los orejones, las ciruelas pasas y los higos durante media hora y luego incorporamos todo al guiso del cordero y los palitos de canela también.
Probamos el punto de la sal.
Cocinamos hasta que el cordero esté tierno.
Apagamos el fuego y por encima esparcimos las almendras laminadas.
Servimos calentito, en platos individuales y si apetece se puede acompañar con cuscús o un arroz blanco.