Ingredientes
- Pechugas de pollo deshuesadas y sin piel, cortadas en cubos
- 1 taza de zanahoria en rodajas
- 1 taza de guisantes verdes congelados
- 1/2 taza de apio en rodajas
- 1/3 taza de mantequilla
- 1/3 taza de cebolla picada
- 1/3 taza de harina
- 1/2 cucharadita de sal
- 1/4 cucharadita de pimienta negra
- 1/4 cucharadita de semillas de apio
- 3/4 tazas de caldo de pollo
- 2/3 taza de leche
- 2 láminas de hojaldre
Preparación
Empezaremos precalentando el horno a 220 ºC.
En una cacerola al fuego combina el pollo, la zanahoria, los guisantes y el apio. Añade agua hasta cubrirlo, y cocina hirviendo durante 15 minutos. Pasado este tiempo, retira del fuego, escurre y reserva.
En otra cacerola a fuego medio cocina las cebollas en mantequilla, hasta que estén perfectamente suaves y translúcidas. Añade luego la harina, la sal, la pimienta y las semillas de apio. Luego, lentamente, añade el caldo de pollo y la leche. Cocina a fuego medio-bajo hasta que la mezcla espese. Retira del fuego y reserva.
En un molde redondo, ideal para pasteles, pon un poco de papel para horno, tanto en el fondo como en las paredes. Pon la primera lámina de hojaldre.
Vierte ahora la mezcla de pollo en el fondo, y luego la mezcla líquida caliente. Cubre con la segunda lámina de hojaldre, sella los bordes y corta el exceso de masa. Haz varias ranuras pequeñas en la parte superior, de esta forma permitirás que el vapor pueda salir.
Hornea durante 30 a 35 minutos a 220 ºC, o hasta que la masa esté dorada y el maravilloso relleno burbujeante. Una vez listo, deja enfriar durante al menos 10 minutos antes de servirlo.