Aunque es cierto que la menta y el chocolate son dos ingredientes que combinan casi a la perfección (ya que la suavidad del chocolate se entremezcla de forma única con el sabor algo más fuerte de la menta), también es posible optar únicamente por este último ingrediente a la hora de hacer una deliciosa receta de galletas. De hecho, es una opción ideal para los amantes de la menta, pero no les gusta el sabor del chocolate.
Ingredientes
- 250 g de harina
- 230 g de mantequilla
- 130 g de azúcar extrafino
- 1 yema de huevo
- 1 cucharadita de extracto de menta
- 1 pizca de sal
Elaboración
Forra dos bandejas con papel para hornear.
En un bol pon la mantequilla con el azúcar. Mézclalos muy bien con ayuda de una cuchara de madera. Incorpora poco a poco la yema y el extracto de menta sin dejar de batir.
Tamiza la harina, con una pizca de sal, sobre la mezcla. Remueve bien hasta que no queden grumos. Divide en dos o tres bolas y reserva en el frigorífico entre media hora/una hora.
Precalienta el horno a 190ºC.
Desenvuelve la masa y extiéndela sobre una base de hojas para hornear (así evitarás que se peguen). Forma dos láminas grandes y ahora divide las galletas con las formas que quieras. Pásalas a las bandejas previamente forradas, dejando una distancia entre ellas.
Hornéalas unos 10 minutos, hasta que queden bien doradas.
