Ingredientes
- 1 kg de harina
- 1 sobre de levadura
- 3 huevos
- 200 gr de azúcar
- 1 vaso de aceite de girasol
- 1 vaso de leche
- 1 tacita de licor de anís
- La ralladura de 1 limón
- 1 puñado de anís en grano
Ingredientes para el almíbar
- 400 gr de azúcar
- 1 vaso de agua
Preparación
En un cuenco grande añade los huevos y bátelos bien un poco. Luego incorpora los 200 gramos de azúcar, el vaso de leche y el de aceite de girasol. También añade la ralladura de limón, el puñadito de anís en grano y la tacita de anís. Mézclalo todo muy bien.
Tamiza la harina junto con la levadura, y añádelas a la mezcla anterior. Amasa con las manos, entre 3 a 5 minutos, hasta que la masa haya adquirido buena consistencia.
Tapa el cuenco con film transparente, y deja reposar la masa durante 15 minutos.
Pasado este tiempo, toma la masa y forma rosquetes no muy finos (de esta forma evitarás que al freírlos se queden muy duros, ya que el objetivo es que queden tiernos).
Pon abundante aceite en la sartén y, cuando esté bien caliente, añade los rosquetes uno a uno para freírlos bien por ambos lados. Coloca una servilleta absorbente en un plato hondo y deja que se escurran bien una vez fritos.
Ahora vamos a preparar el almíbar. Es tan sencillo como poner en un cazo al fuego el vaso de agua y el azúcar, a fuego lento, removiendo de vez en cuando. Estará listo cuando adquiera un color blanquecino y poco espumoso, y no se pegue.
Pasa ahora los rosquetes fritos por el almíbar, y deja que se enfríen del todo. ¡Listos!.
